Friday, 26 April 2024

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EL DOCENTE COMO AGENTE CLAVE DE LA INNOVACIÓN EDUCATIVA EN LA MODALIDAD SEMIPRESENCIAL ADI –UNEFM PDF Print E-mail
Revista Cognición 13

Para citar este artículo

Cánchira Colina, M. (abril, 2008) El Docente como Agente Clave de la Innovación Educativa en la Modalidad Semipresencial ADI-UNEFM. Revista Cognición Nº 13 ISSN 1850-1974 Edición Especial II CONGRESO CREAD ANDES y II ENCUENTRO VIRTUAL EDUCA UTPLoja, Ecuador

EL DOCENTE COMO AGENTE CLAVE DE LA INNOVACIÓN EDUCATIVA EN LA MODALIDAD SEMIPRESENCIAL ADI –UNEFM

 Cánchica C., Marbelys E .

Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”

VENEZUELA

1. Introducción

El devenir de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y su integración al ámbito educativo se constituye en un tema de discusión que no pierde vigencia. Su impacto ha permitido que las modalidades de estudio convencionales (presencial y a distancia) evolucionen en la modernización progresiva de los medios que se utilizan, dando paso a la generación de nuevas connotaciones de la educación tales como el e-learning (aprendizaje electrónico) y blended learning (aprendizaje mixto apoyado con las TIC). En este sentido, se plantea como propósitos de la presente ponencia: a) Analizar la importancia que tiene el docente como agente de la innovación educativa; y, b) Caracterizar los hábitos que debe aplicar el docente de la modalidad semipresencial aprendizaje dialógico interactivo (ADI) de la universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM)-Venezuela, a fin de convertirse en un innovador de su práctica pedagógica. Metodológicamente, ha sido necesario abordar una estrategia de investigación documental que ha permitido desde la perspectiva de distintos expertos en tecnología educativa y de Covey (1997), construir una propuesta teórica sobre los siete hábitos de un docente altamente innovador en la modalidad ADI-UNEFM

Para citar este artículo

Cánchira Colina, M. (abril, 2008) El Docente como Agente Clave de la Innovación Educativa en la Modalidad Semipresencial ADI-UNEFM. Revista Cognición Nº 13 ISSN 1850-1974 Edición Especial II CONGRESO CREAD ANDES y II ENCUENTRO VIRTUAL EDUCA UTPLoja, Ecuador

EL DOCENTE COMO AGENTE CLAVE DE LA INNOVACIÓN EDUCATIVA EN LA MODALIDAD SEMIPRESENCIAL ADI –UNEFM

 Cánchica C., Marbelys E .

Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”

VENEZUELA

1. Introducción

El devenir de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y su integración al ámbito educativo se constituye en un tema de discusión que no pierde vigencia. Su impacto ha permitido que las modalidades de estudio convencionales (presencial y a distancia) evolucionen en la modernización progresiva de los medios que se utilizan, dando paso a la generación de nuevas connotaciones de la educación tales como el e-learning (aprendizaje electrónico) y blended learning (aprendizaje mixto apoyado con las TIC). En este sentido, se plantea como propósitos de la presente ponencia: a) Analizar la importancia que tiene el docente como agente de la innovación educativa; y, b) Caracterizar los hábitos que debe aplicar el docente de la modalidad semipresencial aprendizaje dialógico interactivo (ADI) de la universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM)-Venezuela, a fin de convertirse en un innovador de su práctica pedagógica. Metodológicamente, ha sido necesario abordar una estrategia de investigación documental que ha permitido desde la perspectiva de distintos expertos en tecnología educativa y de Covey (1997), construir una propuesta teórica sobre los siete hábitos de un docente altamente innovador en la modalidad ADI-UNEFM

2. El contexto de la modalidad Semipresencial ADI – UNEFM

Desde el año 2000, la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda comienza un proceso de transformación que pretendía responder al debate colectivo sobre la calidad del sistema de Educación Superior, basado en el análisis y resultados de dos estudios principales: Plan Maestro “Generalísimo Francisco de Miranda” para el Desarrollo Sostenible del Estado Falcón, y Estudio Prospectivo de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM 2020).

De allí que la UNEFM reconociera la necesidad de articularse con las condiciones y necesidades del país, del continente latinoamericano y del mundo a través de la elaboración del proyecto experimental de los Estudios Dirigidos (EDI); el cual fundamentó la creación de una modalidad mixta e innovadora que aprovecharía de manera armónica y equilibrada las posibilidades de las TIC (Coello, Subero y Hernández, 2002). Esta propuesta, generó y cimentó una modalidad de estudio paralela pero distinta a la convencional, que daba paso a la posibilidad de desarrollar prácticas pedagógicas basadas en la combinación de sesiones presenciales y a distancia (modo híbrido, dual, semipresencial o mixto) usando principalmente recursos informativos y comunicativos generados desde la informática y la telemática.

Es importante destacar, que las TIC se insertan en este proyecto, especialmente para garantizar una flexibilidad espacio-temporal que facilitaría la democratización de la educación superior a toda la población que tuviera limitaciones para su acceso y, para la aplicación de una enseñanza transformadora y liberadora, no bancaria, que se apoyaría en el aprendizaje autónomo y colaborativo.

EDI se implementa por primera vez en el año 2003, y es en el año 2005 que se cambian sus siglas por ADI (Aprendizaje dialógico Interactivo), pretendiendo fortalecer de esta manera su sustento pedagógico basados en los postulados de Vygotsky (1979), Haberlas (1987) y Freire (1997), en cuanto a la importancia que tiene el aprendizaje social y por ende la comunicación para alcanzar los objetivos instruccionales. Razón por la cual cobra mayor importancia el uso de los nuevos canales de comunicación y las aulas virtuales, fundamentalmente, como complemento de las clases presenciales.

Barbera y Badia (2005), afirman que quien agrupa actualmente las posibilidades de la enseñanza por línea en Internet es el aula virtual (virtual classroom), el cual en un principio puede definirse como un entorno de enseñanza/aprendizaje basado en un sistema de comunicación mediada por ordenador. Más allá de la modalidad, el aula virtual se convierte en el medio de intercambio donde la clase no presencial tendrá su lugar.

Desde sus inicios ADI cuenta con un sistema de comunicación de recursos compartidos, de apoyo específico, de gestión, así como tecnológico; medios implicados para realizar propuestas donde los alumnos puedan acceder flexiblemente según su disponibilidad en cuanto tiempo y espacio. La forma de entrega de los contenidos, los procesos de interacción y diálogo, la concepción evaluativa y, el rol que asume para el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje con este sistema, son aristas que traducen los significados y competencias adoptadas por el docente para participar en una modalidad que podrá potenciarse como factor de innovación educativa según las características las prácticas pedagógicas que se apliquen.

3. Innovación docente apoyada en las TIC

Continuamente en el ámbito de la informática se impulsan una corriente de innovaciones incrementales que muestran a las TIC como un objeto modernizador. Este tipo de innovación, es llamada también innovación de producto, la cual ha penetrado en la educación de variadas formas: creación entornos virtuales de teleformación (con plataformas como Claroline o Moodle en ADI); desarrollo de objetos de aprendizaje y estándares entre aplicaciones informáticas, incorporación tecnologías abiertas o software libre, y otras vigentes

Es válido introducir o renovar tecnologías, lo que se traduce en innovaciones tecnológicas, pero cabe preguntarse si con ello innovaremos en la educación superior. En esta línea Salinas (2004) explica que existen vertientes sobre innovación que aluden a la incorporación de una idea, práctica o artefacto novedoso, dentro de un conjunto, con la convicción de que todo cambiará a partir de las partes que lo constituyen, por lo cual el reformular cierta formación presencial dándole un formato con TIC para trabajar a distancia ya implicaría innovar. No obstante para Kosac (2003), es un error asumir esta posición tecnocentrica, donde por el optimismo de la novedad se apliquen ciertos cambios cosméticos en los procesos de enseñanza y se crea, que ello representa una innovación educativa.

No obstante, es importante reconocer que el proceso de transición entre la tradición y el cambio por parte del docente puede pasar por la reiteración de algunas estrategias tradicionales cargadas de cierto conservacionismo, solo con un nuevo matiz que implicaría el uso de las TIC. Ppuede fotocopiarse una guía de estudio y esta misma escanearse y publicarse en la red, lo que significaría una novedad al pasar del formato impreso al digital, sin embargo ello no implica que el nuevo formato tenga mejores efectos que el anterior. En consecuencia en una modalidad de estudio, aún cuando continuamente se sustituyan o modifiquen los medios existentes (Ejemplo del correo postal por el correo electrónico), queda claro que a pesar del gran auge de las TIC, por si sola no provocarán cambios en las concepciones, prácticas pedagógicas del docente y mucho menos una mayor calidad ni un aprendizaje más rápido o más eficaz.

Ahora bien, a qué considerar entonces una innovación pedagógica si bien se entiende que el término innovación es polisémico, está aún en construcción y es abordado en los últimos tiempos desde diversas perspectivas. Al respecto Kósac (2003), afirma que es posible definir a las innovaciones pedagógicas como “aquellas acciones que producen rupturas significativas con respecto a los modelos vigentes”, es decir procura un cambio que debería romper con un bagaje anterior, con lo instituido que haya que discutir, fracturar o cuestionar.

En este sentido, se plantea que aun cuando las finalidades y los resultados que se persigan, sean los mismos para las modalidades de estudio convencionales y las nuevas propuestas, es necesario comprender que la introducción efectiva de las TIC supone principalmente rupturas de paradigmas, estas tecnologías ofrecen un nuevo entorno a la enseñanza, y como consecuencia un nuevo reto al sistema educativo. Diferentes estudios que se han realizado sobre le campo del e-learning o aprendizaje en red están poniendo claramente de manifiesto que esta modalidad de formación, es una cuestión notablemente diferente del simple hecho de utilizar una plataforma, sino que por el contrario exige además de una nueva estructuración de los materiales, de la aplicación de una serie de metodologías y estrategias específicas por parte del profesorado, que lleven al alumno a la realización de actividades específicas con tales recursos y, al profesor, a su autorización y supervisión mediante una serie de herramientas de comunicación sincrónicas y asincrónicas. (Paulsen, 1995; Ryan y otros, 2000; Duggley, 2001; Jolliffe y otros, 2001; Salmon, 2002; Simpson, 2002; Hanna, 2002; Palloff y Pratt, 2003; Cebrián, 2003; Coppola y otros, 2003; citados por Cabero, 2005).

Esto quiere decir, que la modalidad ADI tiene características muy específicas, al permitir incorporar diferentes tipos de materiales electrónicos (guías impresas, web, videos, multimedia, etc) para propiciar la formación en diferentes escenarios (aula física y aula presencial), con una comunicación sincrónica o asincrónica (en tiempo real o diferido) lo cual exige, de acuerdo a sus propósitos y fundamento pedagógico cambiar de un paradigma centrado en el docente a un paradigma centrado en el alumno. Por tanto, la capacidad de innovación del docente en este tipo de modalidad estará en idear un proceso de enseñanza y aprendizaje que preste atención a una diferenciada planificación del curso, del diseño instruccional y materiales de estudio, de las formas de evaluación de los aprendizajes, del apoyo al estudiante y de la propia acción docente, en correspondencia con a la naturaleza de la unidad curricular y las características académicas, culturales y sociales de cada grupo de discentes.

En esta perspectiva, Salinas (2004) considera la organización de procesos de enseñanzaaprendizaje en entornos virtuales como un proceso de innovación pedagógica si se basa en la creación de las condiciones que desarrollen la capacidad de aprender, y donde se apliquen nuevas formas de enseñar mas respetuosas con el conocimiento actual sobre los procesos de aprendizaje. En este sentido, la innovación docente puede ser explicada como el aprovechamiento creativo de oportunidades y posibilidades planificadas de forma intencional, en función de requerimientos, sustentos teóricos y su propia reflexión, de modo que sus prácticas se orienten hacia el logro de objetivos pedagógicos transformadores.

Por tanto, resulta peligroso descansar en la equivocada concepción de que se están produciendo superiores aprendizajes gracias a la participación de las tecnologías. El docente sigue siendo un el elemento significativo de este proceso , obviamente adaptado a las nuevas circunstancias, adecuando nuevos roles y funciones que le permitan cuestionarse continuamente en cómo utiliza las TIC para diseñar alternativas creativas que direccionen por dónde pasa verdaderamente la innovación pedagógica

4. Naturaleza de los hábitos altamente efectivos para la innovación docente

De acuerdo con Covey (2000), un hábito nace de la intersección de tres componentes que se solapan: el Conocimiento, las Habilidades y el Deseo (o actitud). Donde el conocimiento indica qué hacer y por qué; las habilidades enseñan cómo hacer las cosas; y el deseo impulsa y motiva las ganas de hacer. Por tanto, para convertir un comportamiento en un hábito, se necesita de la integración de los tres componentes.

Bajo esta misma premisa Gisbert (2002), plantea que todo docente que desarrolle sus funciones en el ámbito de la educación a distancia a través de entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje, debería configurar su prática a partir de la interrelación de tres dimensiones fundamentales: saber (dimensión cognitiva-reflexiva), saber hacer (dimensión efectiva) y, saber ser (dimensión afectiva), las cuales adquieren características particulares en esta modalidad.

En consecuencia, desde esta perspectiva, el docente que desee ser altamente efectivo en la modalidad ADI tendrá que constituir sus hábitos a partir de: a)El conocimiento, representado en su dimensión cognitiva y reflexiva la cual debe verse reflejado en el desarrollo de competencias en materia de tecnología educativa que direccionen y fundamenten su praxis pedagógica con el uso de las TIC; b) Las habilidades, que incluye la dimensión activa y creativa del docente, a partir de las cuales desarrolla aplicando efectiva y eficientemente sus funciones con el uso educativo de las TIC; c) El deseo, dimensión afectiva o emocional, que condiciona e impulsa la participación voluntaria, con alegría y dedicación, en la modalidad de estudio apoyada con TIC, así como a la disposición para innovar en este contexto; y otra dimensión d) que en mi opinión, debería integrarse, y corresponde al convivir, que estaría relacionado con las habilidades sociales y comunicativas del docente para desarrollar un proceso innovador con TIC.

Concebir la materialización de la innovación educativa sin una participación activa del docente parece imposible. “De lo que el profesorado piensa, cree y hace en el nivel del aula configura el tipo de aprendizaje que llevan a cabo los jóvenes” (Hargreaves, 1999: 18). Así mismo, “es la intención y el contenido pedagógico del trabajo docente el que puede determinar que las TICs se conviertan en herramientas para mejorar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes” (Robalino, 2005).

De acuerdo a estas ideas, puede observarse que en los últimos años se ha mostrado cierto acuerdo en cuanto a que el docente es un agente clave para el éxito de una innovación en el sistema de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, es necesario reconocer que la calidad, amplitud y flexibilidad de sus prácticas pedagógicas con las TIC, están relacionadas con su desarrollo profesional y personal, lo cual es estratégico y fundamental para innovar en el ámbito educativo.

En este sentido, es posible encontrar distintas posiciones del docente ante la innovación con las TIC: resistente, consumidor pasivo, y agente que realiza adaptaciones o creaciones de nuevas innovaciones según las condiciones particulares que identifica. Estudios sobre la actitud y pensamiento del profesor hacia los medios tecnológicos confirman que se pueden establecer diferentes grupos de profesores en este sentido.

Gutiérrez (1997), discrimina cuatro grupos de profesores: a)Negligente: es una postura que tiende a ignorar estas tecnologías en las escuelas, lo cual les lleva directamente a un aislamiento de los centros educativos con respecto a la realidad; b) Hipercrítica, es propia de quienes ven en esta tecnologías como una amenaza para la institución escolar; d) Pragmática, intenta sacar el máximo partido a las posibilidades de las nuevas tecnologías…;e) Crítica: supone el uso por parte de los profesores, pero reflexionando, al mismo tiempo, sobre las implicaciones sociales de estos medios.

Esta categorización explica, que las condiciones para una innovación educativa deben no solo prestar atención a las capacidades profesionales del docente sino a sus deseos, percepciones, perspectivas, fines, intereses y contexto donde se desenvuelve. El compromiso y la participación del profesor en la innovación están vinculados desde esta perspectiva con sus sentimientos y emociones, lo cual implica que su conducta ante la transición de una modalidad de estudio convencional a otra apoyada con TIC dependerá en gran medida de niveles de desarrollo en sus cualidades personales.

De acuerdo a las ideas y revisión teórica presentada hasta esta sección del ensayo, se considera que es posible plantear como hipótesis explicativa lo siguiente: de cada docente depende que su irrupción se constituya o no en una innovación, las dificultades que encuentra el profesorado ante las nuevas situaciones que se plantean pueden superase si ellos mismos deciden gestionarlo a través de la aplicación de los 7 hábitos que se mencionan en el siguiente apartado.

5. Los 7 hábitos de un docente altamente innovador en la modalidad ADI-UNEFM

Los hábitos que se mencionan a continuación corresponden a la propuesta realizada por Covey (1997) con adaptaciones propias según los propósitos de este documento:

La clase de cambio que pretende enfocarse deber surgir principalmente de la toma de consciencia y de una actitud positiva y preactiva hacia el uso de los nuevos entornos, de allí la nueva propuesta de la aplicación del hábito proactividad.

1. Hábito Proactividad: De acuerdo al autor indicado ser proactivo está relacionado con responsabilidad, iniciativa y capacidad para elegir, siendo necesario tener habilidad para tomar decisiones conscientemente, basado en valores, no en las condiciones en las que se encuentra, ni en la forma como ha sido criado, ni en su carga genética. Para desarrollar su proactividad en una modalidad como ADI, es válido probar lo siguiente: Preste atención a las palabras que selecciona usted y quienes laboran con usted. ¿Con qué frecuencia ha escuchado expresiones reactivas como las que yo he tenido bien de cerca? “tengo que trabajar en la modalidad ADI” en lugar de “quiero participar como docente en la modalidad ADI. Entre tanto, se sugiere identificar las debilidades de los demás, pero no como un pretexto para sus propias fallas, sino como oportunidades para escoger sus respuestas. En el caso de que usted ya sea personal de una modalidad como ADI para ser proactivo es importante decidir cambiar con la concepción tradicional de la enseñanza con el fin de mejorar la calidad del aprendizaje bajo entornos virtuales. De acuerdo con Alexander y Boud (2001), es el profesorado quien debe darse cuenta de que mucho del potencial pedagógico de las TIC se este desaprovechando replicando los modelos transmisivos. Por tanto, es sumamente necesario poner énfasis en aquellas cosas que se pueden controlar, por ejemplo decidir participar para efectivamente en una modalidad tipo e-elearning o blended learning.

2. Hábito fin en mente: En este hábito es necesario construir una imagen mental de adonde se quiere llegar, estableciendo visión y misión de futuro, de propósitos y significados de la innovación educativa ¿Qué vamos a transformar para el mejoramiento de…?. En el caso de los ADI, se sugiere que el docente, una vez que toma la decisión proactivamente, con la cual se siente cómodo y, basado en su sentido de la razón, y no porque alguien lo empuja en esta dirección, establezca como meta resultados predecibles: por ejemplo “mejoramiento de mi praxis pedagógica con las TIC de acuerdo a los propósitos, misión y fundamentación de los ADI”, para lo cual debe plantearse las estrategias y actividades a seguir en este sentido. Otra misión puede ser: “desarrollar nuestras propias capacidades individuales para aprender y para seguir aprendiendo sin dejar que nos derrumben las vicisitudes del cambio tecnológico”. (Fullan, 2002: 10).

3. Hábito poner primero lo primero: Este hábito consiste en priorizar según los principios que se valoran, lo que contribuye a la organización y administración de las actividades a seguir en un tiempo determinado. En este sentido para ser realmente efectivo, se sugiere que el docente sea consiente, según sus capacidades de las acciones que debe emprender, por ejemplo si no tiene ninguna experiencia con este tipo de modalidad debería inicialmente querer participar en un programa de formación en materia de tecnología educativa, que le permita adquirir competencias en aspectos técnicos, teóricos y pedagógicos, actitudinales y sociocomunicativos de la modalidad ADI. No obstante, si ya es un docente que tiene cierto nivel de formación pero va a incorporarse a esta modalidad corresponde realizar la Planificación del curso bajo la modalidad ADI, ello implicaría: la formulación de los objetivos didácticos del curso, la selección y organización de los contenidos actualizados y mas relevante, la planificación y diseño de las situaciones didácticas y de evaluación dentro de un cronograma que jerarquice la realización de las tareas formativas en forma y tiempo, - y fundamentalmente un diseño de las interacciones entre todos los responsables de la propuesta, estableciendo objetivos y normas de funcionamiento, itinerarios, tiempos asignados, enfatizando la horizontalidad y apertura colaborativa en la producción del conocimiento disciplinar configuradas en la flexibilidad espacio temporal de la modalidad. Así mismo es importante dar prioridad, mucho antes de comenzar a trabajar con los estudiantes, en el diseño, construcción, selección o adaptación de recursos de información relevante y significativos que serán utilizados en las actividades del aula virtual.

4. Hábito Ganar-Ganar: El hábito 4 implica que ambas partes en cualquier acuerdo deben salir beneficiadas. La gestión de los cursos en ADI puede incluir una dimensión social y comunicativa que implica el establecimiento de pautas, lineamientos y sugerencias que el docente establece, mediante las cuales se espera propiciar que los estudiantes estudien, realicen las guías de trabajos prácticos y de campo, interactúen intensamente entre ellos en foros , respecto a los aspectos de contenido como de metodología referida a la tecnología educativa . Es importante desarrollar una comunidad de aprendizaje con sentimientos de confianza, voluntad de intercambio de opiniones y dudas para trabajar cooperativamente con los compañeros a través del estímulo a la participación y diálogo, el compromiso en la realización y culminación de las actividades. Se espera que con estas recomendaciones se propicie el beneficio mutuo entre docente y estudiantes, reconocimientos, conocimientos, logros y ganancias.

5. Hábito Comprenda primero, y que lo comprendan a usted después: del escuchar primero y expresar después depende la comunicación efectiva. La aplicación de este hábito en el contexto ADI puede desarrollarse indagando en los significados de los estudiantes, sus necesidades con respecto a la modalidad, identificando procesos metacognitivos y de construcción de conocimiento, investigando y evaluando los procesos y resultados de la experiencia, solo así se puede comprender si se está o no aproximando hacia la visión establecida en el ejemplo indicado.

6. Hábito sinergia: a través de la cooperación creativa es posible reunir varias perspectivas distintas en el espíritu del respeto mutuo, ello se puede orientar hacia la búsqueda de la mejor alternativa posible, a fin de lograr propuestas diferentes y mejores que las originales. Un docente innovador no debe centrarse solo la generación de sus ideas, si no que desde el conocimiento de la realidad puede fortalecerla, enriquecerla a través de la creación redes de innovación pedagógica, donde con la participación de los distintos actores claves del proceso (estudiantes, docentes de la misma asignatura, unidad técnica y de diseño de materiales en ADI y otras dependencias) se discutan, analicen y diseñen propuestas nuevas, para aplicar mejores estrategias, actividades y soluciones a los problemas planteados, a fin de lograr la innovación pedagógica prevista.

7. Hábito afilar la sierra: es posible renovar varias dimensiones: a)Dimensión mental: la mente se afila según Covey a través de actividades como lectura, escritura y planificación, y ello aplica para renovarse en la modalidad ADI. También se logra siguiendo los hábitos 2 y 3, comenzar con un fin en mente y poniendo primero lo primero. De no hacerlo, este autor indica que la mente se vuelve mecánica; b) Dimensión social/emocional: puede enfocarse a través de los hábitos 4,5 y 6, utilizándolos en las interacciones diarias con los demás. Así mismo pueden renovarse dimensiones morales y culturales, entre otras, de ser necesario. No obstante, es importante recordar que si una innovación implica una intencionalidad o intervención deliberada, esa planificación, obviamente, debe ser controlada y revisada periódicamente para reflexiona desde la práctica, sobre los cambios que se originan. Es importante que esta revisión continua permita tomar decisiones sobre modificación o adecuación a las circunstancias que se produzcan en la práctica.

Para finalizar, es importante destacar que de la aplicación de estos siete hábitos se espera que el docente de ADI pueda pasar de una victoria privada o personal a una victoria pública con proyección, es decir que desde lo que decida en sus pensamientos y emociones positivas hacia la modalidad, pueda irlo gestionando y poniendo en práctica en un contexto real, que le permita además participativamente, emanar modificaciones parciales, u orientaciones a combinaciones distintas permanentes y continuas a los elementos que conforman la innovación; de modo que pueda anticiparse al futuro, con proyectos y miradas de largo alcance. Por tanto, este proceso dinámico y transformador debe impactar en el ideario institucional, en su hacer científico, tecnológico y humanista, y fundamentalmente en escenarios alternativos que favorezcan nuevas articulaciones entre el conocimiento, habilidades, emociones y capacidad sociocomunicativa.

De allí que la innovación docente en ADI sea vista como una transformación, que debe ser planeada desde el ser, y dirigida en los contenidos, métodos y prácticas de socialización del saber y del abordaje de las disciplinas, impactando efectivamente en el mejoramiento de los aprendizajes que aprovechan las ventajas que ofrecen las TIC.

Bibliografía

Blanco, R. y Messina, G. (2000) Estado del arte sobre las innovaciones educativas en América Latina. Santafé de Bogotá: Convenio Andrés Bello

Coello, Y., Hernández, E., Subero, O. (2001).Proyecto Experimental de Estudios Dirigidos. Coro: UNEFM-Vicerrectorado Académico.

Covey, S. (1997). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. El Bestseller internacional. España: Ediciones Paidos.

Fullan, M. (2002). El significado del cambio educativo: un cuarto de siglo de aprendizaje. Profesorado, revista de currículum y formación del profesorado, 6 (1–2), 2002. Disponible en http://www.ugr.es/~recfpro/rev61ART1.pdf

Kosac, D (2003). Innovación pedagógica en la educación superior y nuevas tecnologías: entre hacer “más de lo mismo” o innovar de verdad. Repositorio documentos de trabajo Nro 100. Universidad de Belgrano –Buenos Aires .Disponible en: http://eco.mdp.edu.ar/cendocu/repositorio/00136.pdf

 
FIN
 
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